domingo, 24 de marzo de 2013



Slow food, otro modo de comer

 

Hoy os quiero hablar de un restaurante llamado TAGIURA, todo un descubrimiento gracias a la guía Slow Food. Y es que esta guía no para de sorprenderme. Antes de venir a vivir a Italia ya conocía de su existencia y lo auténticos que eran sus restaurantes, pero no sabía exactamente todo lo que este movimiento representaba.
 

El Slow Food nació en Italia en 1986, concretamente en Bra, provincia de Cuneo, y fue fundado por Carlo Petrino con el objetivo de difundir la cultura alimentaria, promoviendo  las comidas tradicionales y el disfrute de los productos regionales cultivados de forma respetuosa para el medio ambiente.
Un estilo de vida simbolizado con un caracol que evoca la lentitud, así que si veis este famoso símbolo en la puerta de un restaurante os garantizo que comeréis bien. Eso sí, no vayáis con prisas porque todos los platos se cocinan como antaño, con mucha calma y tranquilidad, pero os aseguro que la espera valdrá la pena.
 

Así que si os interesa conocer y saborear los platos más tradicionales de la cocina lombarda, no dejéis de ir al restaurante TAGIURA en MILANO (Via Tagiura 5) en el que podréis disfrutar de los manjares milaneses de toda la vida. El restaurante es grande pero a la vez muy acogedor, gracias a sus múltiples salas estilo rococó, y la comida buenísima, de calidad y a precios más que razonables. De la carta os recomiendo l´orecchia d´elefante con rucola e pomodorini. Se trata de la típica cotoletta alla milanesa pero en formato XXL, de ahí su curioso símil.  Aunque para ser sincera, cualquier plato que os pidáis en este auténtico restaurante os dejará más que satisfechos. Así que ya sabéis, uniros al movimiento slow y disfrutad de su filosofía culinaria.
 



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