lunes, 11 de noviembre de 2013


Un día en Parma

Tras muchas semanas sin escribir por fin me he decidido a hacerlo, y qué menos que contaros mi  visita a Parma, una pequeña ciudad italiana famosa en todo el mundo por su prosciutto crudo (jamón salado) y  por el parmigiano reggiano (queso parmesano), unas especialidades gastronómicas que se han convertido en un indispensable  en la cocina italiana.

Pero Parma no es sólo gastronomía, también goza de gran belleza debido a su arquitectura, sus casas coloridas y a la multitud de palacios que alberga, siendo el más importante el Palazzo della Pilotta, situado en el centro de la ciudad y donde a día de hoy se encuentra  la escuela de Bellas Artes de Parma.




Tras pasear por el centro de la ciudad nos dirigimos a la Trattoria Da Romeo (Strada Traversetolo 185), un lugar al que jamás hubiésemos ido sino hubiese sido por la guía Slow Food. Situada a 6 kilómetros del centro, estaba llena de lugareños y sólo entrar nos dio la sensación de estar en un sitio donde los años no pasaban y donde todavía permanecía aquella magia de hacer las cosas como antaño.

Una vez más la guía no nos defraudó; su relación calidad-precio es inmejorable, y qué decir de la cantidad, fuimos incapaces de terminarnos los platos. De antipasti una bandeja enorme con salumi (embutidos) entre los cuales estaba el auténtico prosciutto di Parma, un plato lleno del auténtico parmigiano reggiano y polenta frita para acompañar (la polenta es un plato típico del norte de Italia, a base de harina de maíz cocida con leche y especias frita, muy recomendado en el frío invierno del Norte de Italia)........... mmmm estaba todo buenísmo!!


Luego llegó la pasta, toda “fatta in casa”, un mix de raviolis rellenos de zucca (calabaza) y erbette (una especie de espinacas con ricotta) y papardelle al funghi porcini (setas). Todos  los platos estaban espectaculares! No pudimos con el segundo plato así que optamos por probar todas las tartas hechas por ellos que tenían expuestas en una mesa en medio del restaurante… no se puede ser más goloso! Toda la comida estuvo bañada por vinos italianos, un lambrusco de la zona y una Barbera d´Alba. Sin duda, Trattoria Da Romeo es una excusa genial para visitar Parma y disfrutar de su gran gastronomía. Ahí os lo dejo!