domingo, 5 de enero de 2014

La Noche de la Befana

Este año será el primero que no estoy en España el 6 de enero, por lo que toca quedarme sin Reyes Magos. Por ello, y con nostalgia y resignación, me he tenido que adaptar a la tradición italiana de esta noche tan especial y mágica para mí.

Los italianos cada año durante la noche del 5 al 6 de enero celebran la llegada de la Befana, bruja en italiano, o Epifanía, una noche en la que todas las casas se llenan de calcetines esperando que la Befana los llene de dulces o carbón.

Esta tradición italiana se remonta a la época de los Reyes Magos y a su visita al niño Jesús. Cuenta la leyenda que cuando los Reyes Magos llevaban los presentes para el recién nacido, se perdieron en el camino hacia Belén. Desorientados, pidieron ayuda a una anciana, la bruja Befana, a la que rogaron que los acompañara, pero ésta rechazó el ofrecimiento diciendo que tenía mucho trabajo en casa. Poco después, la Bruja se arrepintió de su decisión y salió a buscarlos, pero nunca los encontró y en compensación decidió entregar un dulce a cualquier niño que se encontrara con la esperanza de que fuese el Niño Jesús. De ahí que cada 6 de enero la Bruja Befana visita las casas de los niños montada en su escoba, para llenar los calcetines con regalos y caramelos si han sido buenos, o con carbón si se han portado mal.


Una tradición sorprendente, sin duda. Bruja en vez de reyes, a mí personalmente me gusta más nuestra tradición, con el encanto que tienen las cabalgatas de los Reyes, la entrega de la carta a los pajes reales para que la hagan llegar a SSMM, las preferencias de cada uno por un rey (yo soy de Gaspar, y tú?). En fin, que la Befana tiene su encanto, pero nada comparado con la fiesta de los Reyes Magos.