LE CINQUE TERRE
Hoy os quiero hablar de LE CINQUE
TERRE, un paraíso catalogado como Patrimonio de la Unesco que se encuentra a
tan sólo dos horas y media de MILANO y del que he podido disfrutar este fin de
semana. Cinco son los pueblecitos que las componen: Monterosso, el que alberga
las mejores playas; Vernazza el más pintoresco y con una minúscula calita;
Corniglia, el único que no tiene playa y por ello es considerado el más rural y
desconocido; Manarola, desde donde puedes gozar de unas vistas panorámicas del
mismo pueblo sin alejarte demasiado; y por último Riomaggiore, el más pequeñito
y curioso, con casas amontonándose alrededor de su pequeña entrada al mar. Entre
Manarola y Corniglia se encuentra un sendero denominado la vía dell´Amore, por el que
desgraciadamente no pudimos pasear porque desde las inundaciones de octubre de
2011, que destruyeron casi por completo ambos pueblos, el sendero está cerrado
al público. Para los amantes del senderismo no olvidéis calzado cómodo tipo
bambas para disfrutar de los múltiples senderos que ofrece la zona. Pero si
algo hay que resaltar de todos ellos son sus casitas de colores y su enclave
rocoso que los hacen únicos y especiales.
Basta un fin de semana para
visitar le Cinque Terre, y el mejor modo de transporte para ir de pueblo en
pueblo es en tren o en barco, ya que acceder en coche es difícil y puede acabar
con la paciencia del más tranquilo. Los trenes pasan cada media hora, y entre
pueblo y pueblo se tarda entre 5 y 8 minutos. El barco también es una buena
opción pero es más lenta y también más cara. Nosotros lo que hicimos fue coger
el tren para conocer bien cada pueblecito y el domingo cogimos un barco para
tener la perspectiva delle Cinque Terre
desde el mar. Un travesía en la que pudimos apreciar, todavía más si cabe, la
belleza de este lugar. Y curiosamente durante el mismo pudimos ver hasta
delfines, una decena de ellos, una auténtica maravilla!
Tampoco hay que olvidar su gastronomía.
Al encontrarnos en la provincia de la Liguria, no puede faltar el pesto, la frittura di pesce, y cualquier tipo de
pasta con frutti di mare. Sus vinos también gozan de gran protagonismo en estas
tierras, con su propia Denominación de Origen desde el año 1973.
Y por última me queda deciros que
la mejor época para visitar esta zona es desde marzo hasta junio y desde
septiembre hasta finales de octubre; de lo contrario os encontraréis con
demasiados turistas y no podréis disfrutar tanto de sus encantos.
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